En el año 2019, el programa “Guatita de Delantal”, impulsado por el Ministerio de Salud en conjunto con la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, permitió que 1.000 pacientes pudieran acceder gratuitamente a este procedimiento, aportando, entre otras cosas, con las guías de seguridad para llevar a cabo los procedimientos. Como Sociedad creen que es crucial evaluar una cobertura permanente en estos casos.

 

Las llamadas “guatitas de delantal”, es decir, las pieles que se ceden por laxitud y que cuelgan hacia la zona del pubis por cirugías bariátricas o pérdidas abruptas de peso, representan un problema de salud para cientos de personas. Desde dificultades para hacer deporte y tener una vida sexual adecuada hasta hongos, malos olores e inconvenientes para asearse que conllevan a un deterioro en su calidad vida.

En 2019, diversas personas afectadas con esta situación, que se encontraban en listas de espera en los hospitales públicos, decidieron agruparse para solicitar una atención de parte del Estado. Así surge, el programa “Guatitas de Delantal”, impulsado por el Ministerio de Salud, en conjunto con la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, para atender gratuitamente a 1.000 personas que necesitaban esta cirugía de reconstrucción.

El trabajo realizado por la Sociedad fue clave para desarrollar las guías que permitieran definir qué pacientes cumplían con los requisitos para someterse a estos procedimientos, resguardando su seguridad. “Nosotros como Sociedad trabajamos con el Ministerio de Salud haciendo una guía clínica junto con anestesiólogos, intensivistas y especialistas de cirugía plástica para desarrollar este proceso en seguridad para los pacientes”, dice el Dr. Claudio Thomas, expresidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica.

Algunos de esos requisitos consideraban que el paciente no tuviera patologías no controladas, que no fumara ni padeciera obesidad, por mencionar algunos elementos considerados en la guía. “La idea era que los fondos pudieran destinarse a las personas en estas condiciones”, dice el secretario de la Sociedad, Patricio Covarrubias.

“Dentro de esa guía, otra de las condiciones básicas era que el cirujano tenía que ser un cirujano plástico entrenado, con certificación para que hubiera menos riesgos. Eso se logró y se hizo bastante bien”, agrega el doctor Claudio Thomas.

De acuerdo con una serie de estudios internacionales, la cirugía plástica efectuada por un cirujano certificado tiene menor incidencia de complicación y si esta ocurre, una mayor probabilidad de resolución y tratamiento adecuado.

Evaluar su continuidad

El programa “Guatita de Delantal” fue acogido en la Ley de Presupuesto de 2019 y, consideró 2 mil 500 millones de pesos. Sin embargo, pese al éxito de esa campaña, tras el estallido social y la pandemia del Covid-19, no se ha vuelto a contemplar.

El Doctor Claudio Thomas considera que es fundamental que esa campaña regrese. “Depende de políticas públicas, pero El Estado puede contar con la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica para ayudar a miles de personas que esperan poder realizar una cirugía de este tipo y mejorar su calidad de vida, porque de otra manera muchas personas no tienen acceso al procedimiento, porque no tienen los recursos”, afirma.

Aunque todavía existe el prejuicio de que estos procedimientos sean considerados estéticos, el doctor Claudio Thomas hace énfasis en que la definición de salud de la OMS considera el bienestar físico, psíquico y social de la persona. En el caso de las personas con guatita de delantal existen síntomas que afectan directamente la funcionalidad de la persona, como dificultad para asearse, hacer deporte, tener una vida sexual adecuada, aparición de hongos y malos olores, por mencionar algunos.

El experto añade que, “afortunadamente”, una serie de legisladores se han dado cuenta de lo anterior y están preparando un proyecto para que el abdomen de delantal sea GES. “Eso sería bastante útil porque hay más de cinco mil pacientes en lista de espera para cirugías plásticas, y las cirugías más frecuentes solicitadas son abdomen de delantal y reducción mamaria por gigantomastia”, afirma Claudio Thomas.

“Quizás otra alternativa sería trabajar en generar un bono PAD, similar al que ya está vigente para las cirugías bariátricas en caso de obesidad”, dice el Dr. Patricio Covarrubias. “Y así no se dependería de cirugías gratuitas”.

“Es el deseo de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica que el GES abarcara más elementos de cirugía plástica (hasta hoy solo se consideran grandes quemados, fisura de labio palatinas y reconstrucción mamaria por cáncer). La gente también tiene necesidades de procedimientos que parecen muy de estética, pero en realidad tiene que ver con procesos de tipo reconstructivo, es una cirugía reparadora. Si es GES, no tiene que esperar cuatro o cinco años para que se lo resuelvan”, comenta.

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