La pandemia del Covid-19 ha cambiado radicalmente la frecuencia con la que nos enfrentamos a nuestra propia imagen. Y aunque la crisis sanitaria esté más controlada, lo cierto es que cada vez nos reunimos más por Zoom u otras plataformas utilizadas durante la cuarentena, y esto, muchas veces, desencadena una respuesta autocrítica entre las personas.

“Ha habido un aumento durante este año en las consultas en relación a los procedimientos faciales”, comenta la doctora Andrea Hasbún, directora de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica. “La mayor exposición a las reuniones online ha determinado que las personas se miren más y observen con mayor frecuencia detalles en el rostro que les genera algún grado de disconformidad”, añade.

Se trata de un fenómeno que ya venía en alza por las selfies publicadas en redes sociales. En 2019, por ejemplo, 72% de los miembros de la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica y Reconstructiva Facial informó haber visto pacientes buscando procedimientos estéticos faciales para mejorar sus selfies.

Este año, la misma institución reveló en un estudio, que recolectó datos globales, que la cirugía plástica facial fue aumentando a medida que los eventos presenciales volvieron a ocurrir. De acuerdo con la investigación, 1.400.000 procedimientos faciales fueron realizados solo en 2021, un alza de 40% en relación a la prepandemia.

En el caso de Chile, destaca la doctora Andrea Hasbún, los procedimientos que más se realizan son los menos invasivos, como el uso de botox y rellenos además de cirugías de párpados y liftings faciales. Aunque tradicionalmente son las mujeres quienes más solicitan esos procedimientos, en el último tiempo también han aumentado las consultas masculinas.“Hoy son más conscientes de su salud y de su aspecto, y sentirse cómodo con uno mismo es actualmente una necesidad que no tiene género”, puntualiza la doctora.

En otros países, uno de los procedimientos más solicitados es la rinoplastia, que tiende a mejorar la proporción de la nariz en comparación con el resto del rostro y también puede corregir dificultades respiratorias. En Brasil, por ejemplo, este método ha sido buscado principalmente por personas menores de 34 años de edad (75% mujeres, 25% hombres) después de la pandemia, según datos de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica.

Tanto en el extranjero como en Chile, las distintas sociedades de cirugía plástica han llamado a los pacientes a recordar que la perfección no existe y que las cámaras también cambian la apariencia que tienen. Pero lo principal, en todos los casos, es que, si un paciente decide someterse a un procedimiento, este sea realizado por un cirujano especializado.

“El tener un bajo número de complicaciones y si aparece una complicación poder detectarla y manejarla adecuadamente es clave, ya que todo procedimiento tiene un riesgo inherente y todos tenemos complicaciones o resultados que no nos dejan satisfechos a veces. Lo importante en estos casos es la detección y manejo oportunos, además de un profesional comprometido con su paciente en la resolución de estas”, comenta la doctora Andrea Hasbún.

La Sociedad Chilena de Cirugía Plástica cuenta con más de 150 todos acreditados y/o certificados en Chile o en el extranjero con sus títulos homologados en el país. En su página web (www.sccp.cl) es posible conocer a cada uno de sus miembros para poder acceder a una cirugía segura.

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