Tres cirujanos hablan de su antiguo abuso de relleno en labios, mentón y pómulos, y de una nueva intervención nasal tras sus tratamientos contra el cáncer de piel.
Melanie Griffith sentada y con las piernas arriba de un escritorio. Melanie Griffith con un escotado vestido negro. Melanie Griffith con el pelo tomado. Son tres las fotos de la actriz estadounidense (‘Body double’, 1984; ‘Working girl’, 1988; ‘Lolita’, 1997) que empezaron a circular este martes y que corresponden a una sesión que hizo ella para la revista ‘InStyle’, para su edición de septiembre. El denominador común de estas fotos es que la actriz de 61 años se ve irreconocible, eso comparado con las imágenes que se tenían de ella durante los últimos 20 años.
O como dice el doctor Gonzalo Gómez, cirujano plástico de la Clínica Santa María, ‘aparte del maquillaje se nota que se hizo un rejuvenecimiento facial y recuperó parte de las facciones que tenía antes de hacerse todas las cirugías que la dejaron hecha un desastre’. Melanie, quien posteó una de las fotos de la sesión para ‘InStyle’ en su Instagram, está feliz con su nueva apariencia. En abril del 2017 admitió en la revista ‘Porter’ que pasó mucho tiempo obsesionada con hacerse retoques físicos.
‘No fui consciente hasta que la gente empezó a decir, pero Dios mío ¿qué se ha hecho? Tuve que ir a otro médico para deshacer muchas operaciones. Afortunadamente parezco mucho más normal ahora’, dijo en esa oportunidad. A su fascinación por las cirugías estéticas se sumó otro problema: en el 2009 debió someterse a un tratamiento para remover células basales cancerígenas de su cara. En septiembre del año pasado, le hicieron un procedimiento similar en su nariz para extraerle un carcinoma. Meses después fue fotografiada con la cara muy hinchada y parches en su nariz.
Ella nunca explicó la razón y tampoco lo hace en la revista ‘InStyle’, donde sí habló largo y tendido sobre sus matrimonios y posteriores divorcios de los actores Steven Bauer -papá de su hijo Alexander (32 años)-, Don Johnson -con quien se casó dos veces y tuvo a Dakota Johnson (28)- y Antonio Banderas, padre de Stella Banderas (21). A continuación tres cirujanos plásticos analizan el último gran cambio estético de la actriz de la película ‘Secretaria ejecutiva’ (1989). Corrección del desastre. ‘Antes de hacerse la última cirugía ella tenía un desastre en la cara y lo que muestra en la portada de InStyle es una corrección de todo ese desastre’, señala el doctor Jorge Gómez, cirujano plástico de la Clínica Santa María.
Para él, la actriz se había realizado antes ‘un lifting muy mal hecho, con un abuso de la tracción (estiramiento) de la cara, una retención de las bolas de bichat y un relleno exagerado de labios, mentón y pómulos con biopolímeros, que sólo está aprobado para utilizarse en pacientes con VIH, porque a largo plazo destruyen los tejidos’. ¿Cómo se realizó la corrección actual? Gómez cree que ‘probablemente le sacaron los rellenos de los labios, mentón y pómulos y los volvieron a rellenar con ácido hialurónico, pero de una forma mucho más armónica’.
¿Qué recuperó y qué problemas subsistieron? ‘Sus ojos están más redondos que antes y eso es porque con la blefaroplastía o cirugía de párpados le estiraron demasiado la piel que está en los párpados. Recuperó su mentón, los pómulos los sigue teniendo más rellenos que antes y le hicieron una rinoplastia reconstructiva usando un cartílago costal de ella’, dice Gómez.
Reconstrucción nasal. El doctor Claudio Thomas, presidente de la sociedad chilena de cirugía plástica, destaca que su principal cambio ‘es la reconstrucción del dorso de la nariz, probablemente por el tema oncológico’. Luego observa ahora ‘un lifting muy marcado, con demasiado relleno de volumen en las mejillas, y eso hace que la cara se vea extraña, ya que intentó imitar las mejillas que tenía cuando era joven’. Abuso de rellenos. ‘Claramente lo que la desfiguraba a ella era el abuso de sustancias de relleno’, dictamina el doctor Stefan Danilla, secretario general de la sociedad chilena de cirugía plástica.
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