Con un aumento de la expectativa de vida, cada vez es más común ver personas mayores en búsqueda de cirugías plásticas. En Chile, entre las más frecuentes están las que buscan combatir los signos de envejecimiento, como párpados, rostro y mamas. El doctor Dante González Barolomei, miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, indica a qué factores quienes quieran someterse a esos procedimientos deben estar atentos, y los beneficios de los mismos para su salud física y mental.

En la década de 1990, solo 75 personas de todo Chile tenían más de 100 años. Sin embargo, en el censo de 2017, se reportaron más de 5.000 personas con esa edad. Hoy, la expectativa de vida en el país es de 82 años, y recientemente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estimó que para 2050 el 32% de la población será mayor de 60 años.

Frente a esos datos, no es de extrañar que cada vez haya más personas mayores sometiéndose a procedimientos estéticos. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica, muchas personas mayores llegan a edad avanzada haciendo deporte, siendo muy activos en el trabajo, etc., entonces es natural que quieran que su cuerpo refleje esa energía interna que sienten. En esos casos, la cirugía plástica viene a darles el placer de sentirse mejor consigo mismos.

El doctor Dante González Bartolomei, cirujano plástico certificado y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica asegura que se ha notado un incremento de las cirugías en personas mayores en Chile: “Esto se debe al aumento de la expectativa de vida, la prolongación de la etapa laboral, las mejores condiciones de salud en que las personas están llegando a esta etapa, a la necesidad de integración y de lucirse cómo se sienten”. “Las personas sanas se sienten más jóvenes de lo que sus imágenes son reflejadas en el espejo”, añade.

La psicóloga Carolina Baar coincide. “Muchos llegan a esa etapa de su vida muchísimo mejor -corporal y energéticamete- que hace años. ¡Muchos incluso afirman que cuando se ven al espejo no se reconocen! Esto debido a que se sienten más jóvenes que su edad biológica (con más energía, más vitales, etc). Por lo tanto, el realizarse un procedimiento estético de manera responsable, con las indicaciones pertinentes, puede lograr aumentar su autoestima, su autopercepción”, comenta.

Entre las cirugías estéticas favoritas de las personas mayores en Chile se encuentran aquellas que buscan combatir los signos de envejecimiento, como párpados, rostro y mamas.

Algunos estudios recientes han demostrado que el riesgo de complicaciones en personas mayores en comparación con personas más jóvenes es prácticamente insignificante si los mayores son evaluados, previamente, de manera adecuada y exhaustiva para detectar problemas de salud.

Lo primero a tener en cuenta con las cirugías plásticas en personas mayores, sostiene el doctor Dante González Bartolomei, “es tener un chequeo completo de salud, informar las patologías que pudieran estar presentes, comunicarlas a su cirujano y evaluar cómo estas pudieran afectar la evolución de su intervención o si de alguna manera la contraindican”. Asimismo, insiste en la importancia de “analizar las expectativas de resultado, qué puede esperar de su cirugía y cuáles son los objetivos que pretende lograr. Finalmente, después de operarse, seguir rigurosamente las indicaciones y cuidados post-operatorios indicados por su cirujano, como también los tratamientos complementarios como kinesiología y otros”.

La Sociedad Chilena de Cirugía Plástica recomienda a todos los pacientes, independientemente de su edad, informarse debidamente sobre los procedimientos estéticos o reconstructivos a ser realizados; operarse en clínicas habilitadas y siempre con un cirujano plástico certificado.

Realizándose el proceso de esta manera, indica el doctor Dante González Bartolomei, “los beneficios de cirugías plásticas en personas mayores son múltiples”. “Partiendo por la seguridad en sí mismos, no sentirse excluidos, la recuperación de la confianza, una mejor intimidad con la pareja, una mayor felicidad y más alegría de vivir”, concluye.

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